En qué creemos:

Creo que la más importante de todas las creencias cristianas es la que lleva gozo y seguridad a los amigos de Dios en cualquier parte, la verdad acerca de nuestro Padre Celestial que fue confirmada a un precio tan alto mediante la vida y la muerte de su Hijo.

Dios no es el tipo de persona que sus enemigos le han hecho parecer, arbitrario, severo y no perdonador. Jesús dijo: “Si me han visto a mí han visto al Padre”.

Dios es tan amante y digno de confianza como el Hijo, dispuesto  a perdonar y a sanar. Aunque infinito en majestad y poder, nuestro Creador es igualmente misericordioso que valora por sobre todas las cosas la libertad, la dignidad y la individualidad de sus inteligentes criaturas; para que su amor, su fe y su disposición a escuchar y a obedecer le sean dadas libremente. Hasta prefiere considerarnos como sus amigos, y no como siervos.

Esta es la verdad que se revela a lo largo de todos los libros de las Escrituras. Estas son las buenas nuevas eternas que ganan la confianza y la admiración de todos los hijos leales de Dios por todo el universo.

Como con Abrahán y Moisés, con quienes Dios habló como se habla con amigos de confianza, los amigos de Dios hoy día queremos hablar bien y verazmente de nuestro Padre celestial. Ambicionamos el más destacado elogio de Dios, las palabras que le dirigiera a Job: “Él ha dicho de mí lo que es correcto”.

 

Un mensaje de Graham Maxwell