NÚMERO SIETE – UN ASUNTO DE AUTORIDAD

Bienvenidos a la séptima de nuestras conversaciones acerca de Dios. Otra visión de nuestro Padre celestial en el amplio escenario del gran conflicto universal sobre su carácter y gobierno. El tema de nuestra conversación esta noche es: “Un asunto de autoridad”, que no es otra cosa más que otra forma de plantear el problema central en este gran conflicto. Porque esta crisis de desconfianza que ha dividido a la familia de Dios y que inició una guerra allá en el cielo, tiempo atrás en la eternidad y que se describe en Apocalipsis 12; esa crisis de desconfianza es en realidad un conflicto acerca de autoridad.

Pero el conflicto no es sobre quién tiene más poder, Dios o el adversario. Satanás nunca ha acusado a Dios de falta de poder físico. De hecho, el libro de Santiago dice que cada vez que Satanás piensa en el poder de aquel que creó todo el vasto universo, él tiembla de miedo. Y él sabe que le queda solo poco tiempo. Mejor dicho, Dios ha sido acusado de abuso de poder divino y de haber fallado en decir la verdad. Específicamente, como ya lo hemos revisado varias veces, Dios ha sido acusado de ser arbitrario en el uso de poder; de ser exigente, vengativo, no perdonador y severo. De ser verdaderos los cargos, entonces seguramente que no sería seguro confiar en Dios. ¿Quién querría pasar la eternidad con una divinidad tal?

Y aún así un tercio de los brillantes ángeles, inteligentes como son, han acordado que Satanás está en lo correcto y que Dios ha abusado en verdad de su poder y que no es digno de su confianza o de la nuestra. Y por miles de años ellos han trabajado para convencernos de la veracidad de sus acusaciones. Durante esos años, tal como Dios en muchas y variadas formas ha buscado demostrar que Él no es el tipo de persona que sus enemigos le han hecho parecer, así mismo Satanás en muchas y variadas formas ha buscado torcer y pervertir la verdad para apoyar su causa. De la manera más diabólica, yo creo, Satanás ha utilizado las enseñanzas de la religión para apoyar su caso. Pero aún más diabólico es que él ha torcido las enseñanzas de la cristiandad para apoyar su caso. Hasta ha pervertido el significado de la cruz para apoyar su acusación de que Dios demanda nuestra obediencia bajo amenazas de una ejecución dolorosa. “O me aman o los mato”, es la perversión más satánica que hace una caricatura de la advertencia de Dios en el principio, “Hijos, yo no quiero que mueran. Si continúan en sus rebeldes y desordenados caminos, van a morir”.

Pero a propósito de ello, ¿cuál es la verdad y el significado de esas palabras? Y ese va a ser el tema de nuestra próxima conversación. Pero, me pregunto ¿cuán extenso ha sido el daño causado por la diabólica caricatura de Satanás de las palabras de Dios en el Jardín del Edén? Y quiero decir que si Dios en verdad dijo: “Mis hijos, o me aman y me obedecen o los torturaré por la eternidad con fuego y azufre”. ¿Cómo podría haber allí amor de verdad? ¿Cómo podría existir allí confianza de verdad? Me pregunto cuántos millones se han puesto en contra de Dios como consecuencia de esa perversión de la verdad. O peor aún, me pregunto ¿cuántas personas han encontrado que es posible aceptar esa imagen de Dios y aún así tratar de servirle y ofrecerle la obediencia que resulta del temor? Y así haber sufrido todas las destructivas consecuencias de una sumisión forzada.

Pero, a propósito, las buenas nuevas son que Dios no es el tipo de persona que sus enemigos le han hecho parecer. La Biblia entera presenta la refutación de esos cargos. No es que se refute con simples aseveraciones, sino con una demostración de las pruebas. La Biblia toda registra la demostración de cómo Dios ejerce su autoridad y poder. Yo creo que son muy buenas noticias que nos conducen al arrepentimiento y a la confianza. Esta comprensión de la forma en la que Dios administra su universo mantendrá al universo seguro y libre, y en paz por el resto de la eternidad.

Algunos de nosotros creemos, que esta comprensión de la forma en la que Dios ejecuta su autoridad y poder es ante todo la más importante de todas nuestras creencias cristianas. Y que cada doctrina cristiana deriva su importancia y su significado de esta verdad, de esta verdad central y esencial acerca de nuestro Dios. Para algunos de nosotros la información más importante que tenemos para compartir con nuestros semejantes en todo el planeta es la verdad acerca de la forma en la que Dios administra su universo y lo que Él quiere de sus hijos.

Necesitamos compartir eso con más urgencia que nunca antes, ya que todos los seres humanos enfrentamos los eventos finales de la historia humana. Puesto que antes del retorno de Jesucristo, la Biblia describe, de hecho Jesús describe, un tiempo de confusión y de engaño como el que nunca se ha visto en la tierra. Y todo eso nos irá conduciendo al intento final de Satanás de ganar a todo el mundo para que le adoren a él y que confíen en él. Hasta le pidió a Jesús que cayera de rodillas y le adorara allá en el desierto de las tentaciones. Apocalipsis trece nos dice que cuando la campaña de Satanás haya terminado todo el mundo le adorará, excepto unos pocos que no serán engañados. Así que no debiera sorprendernos, si estamos tan cerca del final como creemos que estamos, el que nos encontremos rodeados por todos lados de declaraciones conflictivas de autoridad religiosa. Ciertamente el desarrollo de los medios de comunicación modernos nos hace darnos cuenta de esto más que nunca antes. Mientras vemos y escuchamos todas esas declaraciones conflictivas, cuántas veces estas se encuentran apoyadas por posición, poder, o milagros, o hasta declaraciones de comunicaciones especiales de parte del Señor.

¡Cuánto disfrutaría Satanás si pudiera hacer que los amigos de Dios en este planeta se pusieran en contra de su Padre Celestial!

O aún más seriamente, ¡cuánto le agradaría a él engañar a los amigos de Dios para que lo representen equivocadamente mientras continúan profesando ser su pueblo, guardador de sus mandamientos! Eso sería lo más destructivo. No nos sorprende el que Pablo dijera que debemos crecer y no ser fácilmente llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, en Efesios 4. Y una vez más, en Hebreos 5, él dice que deberíamos crecer y tener nuestras facultades entrenadas a través de la práctica para distinguir entre el bien y el mal, entre lo correcto y el error. Vamos a ver un poco más a fondo estos dos pasajes en una de nuestras próximas reuniones.

Pero ahora, la pregunta para esta noche es: ¿Cómo podemos entrenar nuestras facultades por medio de la práctica, como para no ser engañados por todas esas conflictivas declaraciones de autoridad religiosa, particularmente las declaraciones del adversario, y al mismo tiempo, ser sensibles a la voz de la verdadera autoridad? La pregunta es acerca de la autoridad. ¿Cómo ejerce Dios su autoridad y poder para que en contraste podamos reconocer la falsificación y al sustituto? ¿Qué es lo que Dios quiere de nosotros? ¿Le ha dicho Él alguna vez a sus hijos: “O me aman o tendré que matarlos?” ¿Ha dicho Él alguna vez eso? ¿Y qué hay de las acusaciones de Satanás de que Dios es arbitrario, vengativo y severo? ¿Se ha defendido Dios convincentemente ante esas acusaciones? ¿Cómo puedo saber si se me ha dicho la verdad? ¿Cómo busca Dios convencernos de la rectitud de su causa? Y en comparación, ¿qué hace Satanás para convencernos de la rectitud de su causa? ¿Cuál de los dos métodos preferimos? ¿Cuál método nos parece más convincente y más digno de confianza? ¿Bajo el gobierno de quién prefiere usted vivir? ¿Cómo responder esas preguntas de manera satisfactoria?

¿Deberíamos tomar nuestras Biblias y empezar a leer lo que Dios dice de sí mismo? Si lo hacemos, casi desde la primera página escuchamos a Dios diciendo: “¡No lo hagas, ¡no lo hagas!, ¡no es seguro! ¡cualquiera puede decir eso!”

E inmediatamente mi confianza en Dios aumenta por su advertencia de que no acepte meras aseveraciones. ¿Recuerdan la noche en la que discutimos Deuteronomio 13 y 1 Reyes 13? ¿Hay profetas que reclaman ser profetas pero que solamente nos mientien? Hay personas que hicieron milagros, pero que al mismo tiempo no decían la verdad. Hay muchas advertencias más en la Biblia, recuerden los cuatrocientos profetas mentirosos del rey Acab, los profetas mentirosos en los días de Jeremías. Dios ha sido muy cándido en advertirnos que “no aceptemos meras aseveraciones“. Lo que necesitamos son pruebas y demostraciones.

Así que cuando Dios fue acusado de ser indigno de la confianza de su familia y sus hijos, sorprendente, Él humildemente llevó su caso ante el tribunal (Romanos 3:4), e invitó a sus hijos a pensar. Él es el Infinito. Y Él invita a sus hijos a investigar, a preguntar y a descubrir para su propia satisfacción, si Dios es digno o no de su confianza.
Imaginen al Infinito, sometiendo su carácter y gobierno al escrutinio de meras criaturas. ¿No nos dice eso algo acerca de Dios? Pablo dice en Romanos: “Dios, ¿saldrás victorioso en los juicios que de ti se hacen?”

¡Por supuesto que Dios ganó su caso! Por todo el universo. Es solamente aquí abajo en donde algunos de nosotros no estamos muy seguros. No ganó su caso sobornando al juez o intimidando al jurado, o escondiendo algunas de las pruebas. Él ganó su caso porque a satisfacción del expectante universo, la verdad, las pruebas, estaban de su lado. ¿Qué pruebas? La más costosa y convincente evidencia que el universo verá o necesitará alguna vez y que es el tema de nuestra próxima conversación: “¿Por qué tenía que morir Jesús?”

Pero Satanás no puede usar este método, el de la investigación y el interrogatorio abierto. Perdería si lo hace. Él no se atreve a pedirnos que le preguntemos, porque la verdad no está con él. Así que ha usado la religión para silenciar el interrogatorio y entonces, diabólicamente, llama a esa disposición a creer sin hacer preguntas: fe.

En vez de pruebas y verdad, él tiene que sustituirlas con la fuerza, el miedo, la ignorancia y los milagros y la emoción, y los sentimientos, la pompa, la majestad, la ceremonia y misterios; pero especialmente mediante aseveraciones y más aseveraciones.

Tenemos que estar alerta de todas esas cosas y estar listos para no ser engañados. No subestimemos su astucia. Él engañó a una tercera parte de los brillantes ángeles.

Claro que si leemos los sesenta y seis libros completos, nos damos cuenta de cuántas veces hemos sido advertidos de estar alerta de tales cosas. El mismo Jesús nos advirtió de manera específica acerca de los métodos de Satanás. Veamos el primer versículo en la hoja de referencias bíblicas. Las conocidas palabras de Mateo 24:24.

“Entonces, si alguno os dice: “Mirad, aquí está el Cristo”, o “Mirad, allí está”, no lo creáis, porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos” (RV95).

También, un poco antes en el mismo capítulo, si se dan cuenta en Mateo 24:4,5.

“Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre,” y cuántos hay hoy día, “diciendo: Yo soy el Cristo, y a muchos engañarán” (RV95).

Y solo para mostrarles cuán lejos se puede llegar, traje solamente un libro esta noche. Creo que es la más inusual de todas las Biblias de mi colección. Casi dudo en viajar con ella, por si la encuentran en mi maletín. Este es el Nuevo Testamento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo como lo revisaron y corrigieron los espíritus [The New Testament of our Lord and Saviour, Jesus Christ as revised and corrected by the Spirits]. Esta es la Biblia de los espiritistas. Es absolutamente increíble y fue publicada en 1861. Lo más impresionante de todo esto es que el Nuevo Testamento fue completamente escrito de nuevo para apoyar al espiritismo. Pero, al final de la introducción asevera que Jesús bajó del cielo, como médium que es, y que los apóstoles vinieron con Él y corrigieron todos los errores del Nuevo Testamento.

Y luego dice: “Estimado lector, confíe en Dios que hizo todas las cosas de acuerdo a su propia voluntad. Los Santos Espíritus sienten mucho interés en este trabajo y los espíritus que corrigieron este Nuevo Testamento desean que el mundo reciba esta corrección como proveniente de ellos y dirigida por Dios mismo, lo que es verdad. Firmado: Jesús el Cristo”. ¡Un fraude diabólico! Pero noten la aseveración, cualquiera puede aseverar cosas.

Y Juan nos advierte del uso de milagros para engañar. Veamos el siguiente pasaje en Apocalipsis 13:13, 14.

“Esta segunda bestia,” y ustedes recuerdan el simbolismo del último libro en la Biblia. Este segundo poder “hacía grandes milagros; incluso, hacía bajar fuego del cielo a la tierra delante de mucha gente. Engañaba a la gente de la tierra haciendo esos milagros” (PDT).

Hablando del tiempo final en la historia de la humanidad, Pablo nos da la misma advertencia en el siguiente pasaje: 2 Tesalonicenses 2:9.

“El malvado vendrá, por obra de Satanás, con toda clase de milagros, señales y prodigios falsos. Con toda perversidad engañará a los que se pierden por haberse negado a amar la verdad” (NVI), que es nuestra única protección, claro.

Pero más seriamente, Pablo nos advierte de los profesos mensajeros de Dios involucrados en esta obra engañosa. Veamos el siguiente pasaje en 2 Corintios 11:13.

“Falsos apóstoles…” ¿Se dan cuenta? “Falsos apóstoles y engañadores que se disfrazan de apóstoles de Cristo. Y esto no es nada raro, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz…” Todavía pretende ser Lucifer, ángel de luz y verdad. “Por eso resulta muy natural que sus servidores pretendan aparecer como defensores de la justicia” (DHH).

Esto nos recuerda, claro, las palabras más serias que quizás Cristo dijo alguna vez. Y Jesús se las dijo a un grupo bien devoto de guardadores del sábado, que pagaban el diezmo, maestros de Biblia en su tiempo. Quienes, como estudiantes de la Biblia que eran denunciaban la representación que Jesús hacía de su Padre como Satánica. ¡Piensen en esto! Guardadores del Sábado, pagadores del diezmo, maestros de Biblia, diciendo que Cristo tenía un demonio. Y Jesús se vuelve hacia ellos y exclama aquellas extraordinarias palabras en Juan 8:44, 45. Y ustedes pueden estar seguros de que había lágrimas en su voz al decir semejantes palabras:

“El padre, de quienes ustedes son hijos”, ustedes maestros de Biblia, “es el diablo, y ustedes hacen los deseos de su padre”. “El probó ser un asesino desde el mismo principio, y no fue leal a la verdad; de hecho, no hay un solo destello de verdad en él. Cuando habla, habla falsedad, expresión de su verdadero carácter; porque él es mentiroso y padre de mentira. Yo por el contrario, hablo la verdad, por lo tanto ustedes no creen en mi”. Esta es una traducción de la hermosa versión católica en inglés de Kleist y Lilly. Ustedes se han dado cuenta que Pablo menciona que hay cartas falsificadas circulando, que pretenden ser de él y que causaron muchos problemas a los primeros cristianos. Veamos 2 Tesalonicenses 2:1-3.

“No se preocupen ni se inquieten fácilmente… si oyen decir como si fuera una profecía o un mensaje. Tampoco hagan caso si se los escriben en una carta diciendo falsamente que es de parte nuestra… No permitan que nadie los engañe de ninguna manera” (PDT).

Y desde entonces él firmaba sus cartas con mayor cuidado. Juan también nos advierte de falsos maestros que se levantan y reclaman tener el Espíritu Santo, pero que son un fraude: 1 Juan 4:1, 2.

“Queridos hermanos, no les crean a todos los que dicen que tienen el Espíritu de Dios. Pónganlos a prueba, para ver si son lo que dicen ser. Porque el mundo está lleno de falsos profetas” (BLS).

Ciertamente que Pablo está de acuerdo en que debemos poner a prueba todo antes de creer. He allí el conocido texto de 1 Tesalonicenses 5:21.

“Pónganlo todo a prueba, pero quédense sólo con lo bueno” (BLS).

Dios no tiene temor de ser puesto a prueba. Eso es lo que hace que podamos creer en Él. La razón por la que no teme ser examinado es porque la verdad y la evidencia están de su lado. Debido a que la verdad y la evidencia estaban del lado de Jesús, fue que Él habló con gran autoridad, con verdadera autoridad. Y ustedes saben esos dos conocidos versículos que siguen:

Mateo 7:29, “Y cuando Jesús acabó estas palabras, la multitud se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad” (RV 2000).

Y Lucas 4:32 agrega: “Porque su mensaje tenía autoridad” (PDT).

Entonces, ¿en qué se basaba su autoridad? y ¿cómo podemos reconocer la voz de la verdadera autoridad? ¿Basaba Jesús su autoridad en meras aseveraciones? No, Él fue el que inspiró la advertencia en contra de creer en meras aseveraciones. Cuando Juan preguntó si Él era en verdad el Mesías, Jesús no contestó simplemente: “Sí, Yo soy”, Jesús le ofreció pruebas a Juan.

¿Basó Jesús su autoridad en los milagros o en sus demostraciones de poder? No, fue Jesús el que inspiró la advertencia: “No crean en los milagros si estos no están asociados con la verdad”. De hecho, Él despachó a la multitud cuando le seguían por la comida y sanidad milagrosa.

Cuán tentado habría estado Jesús de usar su poder cuando ganaba a tan pocos. Él sabía que el pueblo esperaba un Mesías que vendría con gran poder físico para echar a sus enemigos y establecer un reino terrenal. Pero, Él no lo haría. Eso habría representado equivocadamente la verdad y la manera en la que Dios ejerce su autoridad.

¿Acaso basó Jesús su autoridad en su poderosa y elocuente voz, como es tan común en tantos evangelistas de hoy? Sólo hay que leer los evangelios. El pueblo se maravillaba de las amables palabras que salían de su boca. “Bienaventurados los pobres en espíritu. Bienaventurados los mansos”. Simplemente no se pueden gritar esas palabras. La gente que grita no enseña cosas como estas. La manera de hablar de Cristo tuvo que haber sido como música para sus audiencias.

¿Estaba basada su autoridad en quién era Él? Él era el Hijo de Dios, el Creador del universo, adorado por todos los ángeles. Recuerden la historia de Emaús. Él no les reveló quién era sino hasta que los había llevado por todas las Escrituras y hasta que su decisión se había basado en las pruebas, y no en su autoridad personal. Aun así piensen en quién era Él. Hay una explicación maravillosa de la experiencia en el camino a Emaús que dejé al final de la hoja de referencias bíblicas, fue escrita por una escritora a quien respeto en gran manera. ¿Se las puedo leer?

“Jesús no se reveló ante ellos en su verdadero carácter y entonces abrió las Escrituras ante sus mentes… Él se mantuvo oculto hasta haber interpretado las Escrituras, y haberles llevado a una fe inteligente en su vida, en su carácter, su misión en esta tierra y su muerte y resurrección. Él deseaba que la verdad fuera arraigada en sus mentes, no porque era apoyada por su testimonio personal”, aunque Él era Dios, “sino porque los tipos de la ley y los profetas del Antiguo Testamento en acuerdo con los hechos de su vida y muerte presentaban incuestionables pruebas de la verdad. Entonces, cuando había alcanzado el objeto de sus labores con los dos discípulos, se reveló ante ellos” E.G. White, 1878.

¿Se dan cuenta? Yo creo que Jesús habló con autoridad, porque siempre dijo la verdad. Y algunos la percibieron como verdad, y a ellos Jesús les habló con gran autoridad. Pero no a todos les habló con autoridad. Algunos dijeron que Él tenía un demonio, por la forma en la que presentaba a su Padre. Solamente aquellos que reconocieron que Jesús habló en completa armonía con toda la verdad revelada en la Palabra de Dios de ese tiempo; solamente a ellos les habló con autoridad. Y cuando Juan el Bautista recibió el reporte de lo que Jesús estaba haciendo y diciendo, dijo: “Eso es exactamente lo que dice Isaías. Sí, Él es el que había de venir”.

La autoridad final es entonces la verdad. Es el único medio de persuasión de Dios. El único fundamento básico para nuestra confianza. Y así, en muchas y variadas formas, Dios nos ha revelado la verdad y nos invita a preguntarle y a examinar al Infinito. Durante tres años y medio Dios vivió entre nosotros para demostrarnos su manera de usar y ejercitar la autoridad y el poder.

Solo unas pocas personas lo respetaron. Muchos lo despreciaron como un débil, tal como lo había predicho el Antiguo Testamento. Esperaban a alguien que los condujera poderosamente en contra de sus enemigos. Querían milagros. Querían comida y sanidad gratis. No querían el tipo de persona que el verdadero Mesías era en realidad. Tampoco les gustó la imagen del Padre que les mostró.

Pero a algunos sí les gustó. Algunos reconocieron al amable Jesús como la Autoridad Suprema. Por eso creo que Él dijo en el Sermón del Monte: “Bienaventurados los mansos”. No bienaventurados los débiles, sino los mansos. El ser manso no es ser débil, aunque muchos lo mal entienden así. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Porque, solamente los mansos, los amables, podrán ser admitidos en el reino sin que constituyan un riesgo, el tipo de reino que será gobernado de la manera en que Jesús ejerció su autoridad y poder durante esos tres años y medio.

¿O creen ustedes que cambiará sus métodos en el porvenir? Su voz tronó muchas veces en el Antiguo Testamento. Todas esas fueron medidas de emergencia. Durante tres preciosos años y medio, el administró su reino en este planeta de la manera en la que lo hará por la eternidad. ¿No funcionó, verdad? Funcionó para unos pocos. Funcionó para los mansos. A ellos les encantó. Y los pobres lo escucharon de buena gana. Pero la mayoría no apreció su estilo de gobierno. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Eso hace surgir la pregunta entre nosotros. ¿Qué tipo de gobierno preferimos? ¿Bajo que tipo de gobierno nos sentimos más seguros, el de un tirano poderoso o el del gentil ejercicio de autoridad y poder que Jesús demostró durante tres años y medio? Obviamente que no será seguro el admitir personas que no respetan la autoridad de la verdad expresada suavemente y en amor. Bienaventurados son en verdad los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

Yo personalmente prefiero a un Dios que es infinitamente poderoso, sin duda, pero que es igualmente bondadoso y que no valora nada más alto que la libertad, la dignidad y la individualidad de sus inteligentes criaturas. Para que nuestro amor, nuestra confianza, nuestra adoración, nuestra disposición a escuchar y obedecer puedan ser dadas libremente. Va a ser un placer vivir con Dios así. Esa es la calidad de vida que se nos ofrece para la eternidad. Podemos desperdiciarla si queremos, o podemos ser convencidos por las pruebas de que este es el tipo de persona que Dios es en verdad. ¿Nos parece Él, digno de confianza? Personalmente estoy convencido de que Dios ha demostrado más que ampliamente que Él es exactamente ese tipo de Dios.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS
A. Graham Maxwell (GM) y Louis Venden (LV)

(LV): Hace unos momentos usted mencionó que la respuesta de Dios en el gran conflicto no fue una gran demostración de poder o de fuerza; usted dijo que Éll llevó su caso ante un tribunal. Me pregunto si podría explicar solo un poquito más, qué quiso decir con la palabra “corte o tribunal”.

(GM): Hay un versículo absolutamente magnífico en Romanos 3:4. Algunas veces es traducido: “Dios…para que seas reconocido justo en todo lo que dices, y para que tu inocencia triunfe, si eres llevado a juicio”. Y el texto es crucial para entender el por qué tenía que morir Jesús, así que pensé que en nuestra próxima conversación veríamos Romanos realmente y voy a poner en la hoja de referencias bíblicas varias versiones de Romanos 3:4. Deliberadamente escogí esta traducción y la que más se le asemeja es Goodspeed, una versión en inglés, aunque la he modificado un poco: “Dios, ¿podrás ganar tu caso al presentarlo ante el tribunal?”, y para mí suena bien lógico, a cabalidad. Así que este es el tribunal del universo.

(LV): Ah, eso responde mi duda. Usted quiere decir que esa “corte o tribunal” significa el universo entero, y hasta nosotros podemos incluirnos allí, ¿es así?

(GM): Claro que sí. Y me gustaría usar muchos pasajes en las escrituras que hablan de Dios llevando su caso a juicio. Veamos la asamblea en Daniel 7, cuando cientos de millones observan. O en el libro de Job capítulos 1 y 2, en donde Dios desarrolla esa conversación con el adversario acerca de su amigo Job. Hay muchas referencias acerca de esto en las Escrituras.

(LV): Muy bien, en nuestro tema de esta noche surgen muchas interrogantes que ya habían surgido antes. Y me gustaría presentar esas preguntas si me lo permite, porque cuando usted habla acerca del abordaje de Dios y de la autoridad aquí, y establece la autoridad de la verdad, la confianza y el amor ¿no está de hecho Dios usando fuerza y poder? ¿No está lleno el registro del Antiguo Testamento con incidentes que apoyarían la idea de que Dios está montando una demostración de poder?

(GM): No hay duda, y eso es lo que asombra a algunas personas que nunca han leído los sesenta y seis libros completos cuando nos reunimos en nuestros viajes por la Biblia. Innumerables veces se representa a Dios demostrando su fuerza y poder físicos. Y yo creo que Él nunca lo hizo para ganar a nadie. De hecho, ni siquiera pienso que haya ganado a alguien así. Lo hizo para ganar la atención. En el momento del diluvio Él lo hizo, y cómo habrá llorado por sus hijos mientras morían allí, con el fin de mantener contacto con la raza humana. Pero si a nosotros nos confunde, tiene que encantarle al adversario tener esta información para su propio beneficio. Yo creo que el diablo se pregunta por qué es que Dios le ha dado tantas pruebas para que apoye sus acusaciones.

(LV): Por ejemplo, veamos algunos casos, que yo creo que tenemos que ver, porque nos surgen preguntas de esos casos. Aquí tenemos a Saulo o Pablo en camino a Damasco, y usted ya habló al respecto de eso aquí, de cuánto malentendió Pablo. Pero él va de camino, y el libro de los Hechos dice que una gran luz del cielo le iluminó y cayó al suelo. Eso es un impresionante uso de la fuerza y el poder. ¿Ganó eso a Pablo?

(GM): No, sólo lo tiró al suelo. Pero ganó su atención. Y podría decir que a un hombre como Saulo, nada menos le hubiera llamado la atención. Quiero decir que Saulo era una tea. Y ya se siente un tanto atormentado por dentro, por la conducta de Esteban, y cuando Esteban dice: “No se los tomes en cuenta”, Saulo debió de haber recordado el informe que cuando aquel hereje moría en la cruz, dijo: “Padre, perdónalos”. Y Saulo conocía su Antiguo Testamento tan bien que él sabía que esa era la representación de lo ideal. Así que con tal de reprimir la voz de su conciencia, sale a dirigir otro evento evangelístico.

En vez de solucionar el problema teológico se va a conducir su campaña. Así que Dios lo tira al suelo en el camino a Damasco y atrae su atención. Pero entonces, notemos lo que hizo Dios. Él sólo le dice:

–”Saulo, estás teniendo problemas con tu conciencia, ¿no es cierto?”
Y Saulo contesta: –”Sí, es cierto.”

–”¿Entonces por que no te das por vencido?”

–”Me doy por vencido.” “¿Qué quieres que haga?”
Y Cristo no le dice: –”Lo siguiente, y más te vale que lo hagas”. ¡No!, el Señor le dice:

–”Tu estilo de hacer las cosas es por medio de la fuerza. Mi estilo es este: Ve y habla con Ananías, uno de tus compañeros. Eso es todo lo que te diré”. Y de allí en adelante, Pablo nunca presionó a nadie. Pablo dijo: “Si no están de acuerdo conmigo, entonces que cada uno esté convencido en su propia mente”.

Antes él los metía a la cárcel o hacía que los apedrearan. Ahora se da cuenta de que la persuasión en verdad solo puede venir cuando en el mayor sentido de libertad usted se convence a sí mismo, y Pablo adoptó ese método. Ahora él conocía a Dios. Pablo no cambió su dieta, su Sábado, sus vestidos, su Biblia, ni el nombre de su Dios. Pero cambió la imagen que tenía de Dios. Pero no hubiera podido hacerlo si Dios no lo hubiera bajado del caballo y de un solo golpe en el camino a Damasco.

(LV): Así que la demostración de fuerza allí, fue sólo para ganar su atención y cumplió su objetivo.

(GM): Bueno, sabemos por experiencia humana con nuestros niños o como maestros, que tenemos que hacer eso.

(LV): Pero, ¿qué hay de…? Yo recuerdo a mi padre ganando mi atención así algunas veces. ¿Qué hay de los otros casos en el Antiguo Testamento? Vayamos al Monte Carmelo y Elías, y el fuego que cae y arrasa con las piedras y el agua y todo el asunto.

(GM): Ese es un caso clásico, porque es bien impresionante, consumiéndolo todo. Recuerdo que cuando yo era niño pensaba en esas rocas ardiendo y el agua consumiéndose. Pero es importante notar que cuando toda la emoción pasa, el mismo Elías se encuentra deprimido. Ese tipo de cosas no tarda; no tiene poder para sostener. Así que corrió y se escondió en una cueva. Pero su espíritu se reavivó cuando sintió el terremoto y escuchó el viento y vio el fuego, y pensó que Dios se estaba acercando. Pero es bien importante que la Biblia diga que Dios no estaba en el viento, no estaba en terremoto y no estaba en el fuego. Y entonces llega el sonido de un suave murmullo, “una voz callada y suave.” Las versiones traducen de manera muy colorida esa expresión: “el sonido de silbo apacible”. Y a Elías se le informó que ese era Dios. Dios está dispuesto a utilizar esos impresionantes medios cuando las circunstancias lo requieren. Pero cuando Éll tiene un amigo, y Él quería que Elías madurara y se hiciera más amigo suyo, ya no era necesario más viento, terremoto y fuego. Sólo un suave murmullo, la voz de la verdad. Y me impresiona el hecho que muy pronto después de eso, Elías estaba listo para ser trasladado al cielo.

(LV): ¿Es el mismo principio entonces el que da tal vez las respuestas para algunas de las otras preguntas que se han hecho?

(GM): En un sin número de historias. Si no fueran coherentes, yo no lo encontraría confiable.

(LV): Si, pero ¿qué hay de las plagas de Egipto? Solamente la tensión allí, ¿no hay juicio involucrado en eso?

(GM): Sí, pero bueno, dos o tres cosas. Generalmente Dios está diciendo varias cosas al mismo tiempo y con una gran habilidad. Los mismos israelitas fueron tentados a no confiar en Dios, porque en esos días se evaluaba al dios por el éxito en el campo de batalla o la prosperidad personal, o la de la nación. ¿Qué clase de dios sería el dios de un pueblo cautivo? Mientras tanto los egipcios pensaban que sus dioses eran más fuertes, porque ellos tiranizaban a los israelitas y a su Dios. Entonces caen las plagas, eso ciertamente que animó a los israelitas a creer que quizás Dios podría hacer algo con los egipcios después de todo, puesto que muchas de esas plagas fueron dirigidas contra sus dioses. Dice el libro de Éxodo que Dios mismo dijo: “Estoy juzgando a los dioses de Egipto”. Él demostró la debilidad de los dioses allí. Así que Dios estaba animandolos al inicio de la confianza con una demostración de poder. Ahora, esto es elemental, es fundamental, pero uno tiene que estar al menos convencido de que Él es infinitamente poderoso. Antes de que uno esté respetuosamente dispuesto a escucharle y a seguirle finalmente durante todo el camino hacia la cueva y hacia el Monte Sinaí para escuchar el suave murmullo.

(LV): Estar dispuesto a escuchar.

(GM): La vida cristiana frecuentemente empieza con un poco de truenos y termina con el suave murmullo. Pero, ¿por qué tanto tiempo de por medio? Algunas personas quieren truenos durante toda su vida.

(LV): Hay otro par de casos en los que, bueno, la gente ha hecho preguntas. Tomemos el caso de Uza, ustedes recuerdan a quien se estiró ansiosamente para sostener el arca, para que no se cayera. Y muere en el mismo punto. En este caso Dios no solamente obtiene su atención, ¡su vida se acaba!

(GM): Así es, está muerto. Y si Uza va a estar en el paraíso es un asunto entre él y Dios. Es decir, algunos quisieran pensar que se arrepintió en ese momento. No necesitamos saberlo. Yo creo que todo lo que tenemos que hacer es poner esa historia en todo su contexto, y el contexto completo es una historia bastante larga. ¿Qué hacía el arca en es carreta en primer lugar? ¿No era acaso porque los hijos de Elí: Ofni y Fines, habían sido tan groseramente malos representantes de la verdad? Hasta se acostaban con las mujeres que venían al templo a adorar, ¿se acuerdan? Así eran de malvados. Entonces, cuando Israel fue a la batalla, ellos pensaron: “Llevemos la caja mágica con nosotros”. Nada de reverencia a Dios, pero pensaron que la caja les podría servir. La llevaron a la batalla y la perdieron. Y con el paso del tiempo el arca terminó frente a Dagón el dios pez.

Y Dios trabaja ahora con esos paganos como lo hizo con los egipcios. En la mañana, ¿recuerdan? cuando los sacerdotes fueron a conducir la adoración a Dagón, el dios pez, allí estaba derribado del pedestal y caído frente al arca. Bien, no se atrevieron a decirle a nadie, y lo subieron al pedestal y le oraron: “Oh poderoso, bendícenos hoy”. Al siguiente día cuando llegaron otra vez, Dagón no solo estaba derribado sino que estaba roto en varios pedazos. Así que se apresuraron a pegarlo de nuevo, lo ponen en el pedestal y oran: “Poderoso dios, protégenos hoy”. Podemos pensar en que algún chiquillo pudo haber dicho: “¿Cómo es eso que le oramos al poderoso a quien acabamos de pegar?

Así que consultaron a los teólogos de ese tiempo; todos los detalles están allí. Entonces los teólogos dicen: “Les recomendamos que envíen la caja de vuelta, juntamente con algunos regalos. Recuerden lo que hizo el Dios de esa caja a los egipcios, y recuerden como Faraón endureció su corazón”. Ellos entendieron eso claramente, “que él endureció su corazón”. Esos teólogos paganos ayudaron un poco más que los demás…

(LV): Se acordaban de eso, aunque había sucedido tanto tiempo atrás.

(GM): Sí, y estaban absolutamente en lo correcto. Y entonces dijeron: “Mejor la enviamos de vuelta”. Bien, de acuerdo a la historia, iba en el carro de vuelta a casa, y Uza era parte de un familia que sabía muy bien cómo tratar el arca y no con tal falta de respeto. Fue un acto de irreverencia, fue así como perdieron el arca en primer lugar. Y en donde no hay reverencia, no se está escuchando a Dios. Cuando no se escucha, no se recibe ayuda y uno está perdido. Así es que cuando más irreverentes hemos sido es que Dios ha corrido el riesgo de ser más impresionante, buscando inspirar un poco de respeto. Y es seguro que el diablo se burló de Él por hacer eso. Pero ¿qué más podía hacer Dios? ¿Sólo dejarlos ir? ¡No!, Él trato de inspirarles algo de respeto y hay muchas, muchas historias como esa que se encuentran a lo largo de toda la Biblia.

(LV): Así que la forma en la que estaban manejando todo el asunto era…

(GM): Bien, un poco más tarde, usted recordará, que David estaba muy molesto cuando Uza murió. Él estaba tan molesto que dejó el arca allí mismo. Y entonces recibió reportes del campo de siega, ¿se recuerdan? ¿Era Obed-edom?

(LV): Dios los estaba bendiciendo.

(GM): Dios lo estaba bendiciendo, y David dijo: “Necesitamos esas bendiciones aquí en las oficinas centrales”. Así que investigaron al respecto y se dieron cuenta con qué irreverencia habían transportado el arca. Y David confesó diciendo: “Hicimos lo malo, fuimos irreverentes. Esta vez la llevaremos con cuidado”. Y así lo hicieron y ustedes recuerdan que sacrificó una gran cantidad de holocaustos. Quizás eso era algo así como un seguro contra incendio. David todavía no conocía a Dios tan bien como llegó a conocerle más tarde. Y ustedes pueden notar el aumento del conocimiento de Dios delante de ellos, pero detrás había un Dios muy paciente que utilizó medios impresionantes por todo el camino hasta llegar al suave murmullo, para ganarnos de nuevo a confiar en Él. Y a propósito, esa es la razón por la que leemos los sesenta y seis libros de la Biblia.

(LV): Una pregunta más del Antiguo Testamento. La historia de Eliseo y los jóvenes que salieron a burlarse de él y que Eliseo les pone una maldición y dos osos.

(GM): ¡Dos osos!

(LV): Esta parece ser otra demostración bastante espectacular de poder.

(GM): Bien, uno necesita establecer primero la irreverencia de esos días. Y si uno lee un poco más atrás, uno encuentra que el rey de Israel consultaba al dios de las moscas, Belcebú.

Si nosotros supiéramos que aquí en la iglesia de la universidad, usted y la oficina pastoral consultan a Belcebú, sabríamos que la iglesia está en un lamentable aprieto. El rey de Israel estaba haciendo eso. Y no solo eso, esos muchachos sabían que Elías había sido trasladado al cielo. Y eso no los impresionó en lo más mínimo, al punto que cuando Eliseo llegó, evidentemente escaso de cabello, le dijeron: “Hey calvo, ¿por qué no te vas para arriba también tu?”

La irreverencia en Israel era tan grave que Dios casi pierde contacto con su pueblo allí. No fue un diluvio esa vez; dos osos. Y la voz se corrió por todo Israel. Y la reverencia aumentó, pero también el miedo. Cuán difícil es para Dios liberarnos de nuestro temor manteniendo nuestra reverencia y respeto. Esa es la cosa más delicada de lograr.

(LV): Muy bien, usted habló bien de esos incidentes del Antiguo Testamento, pero hizo referencia esta tarde al tiempo en que Jesús estuvo aquí, y tenemos ese período de su ministerio público. Aun durante ese período allí en Caná, en la transformación del agua en vino. ¿No atrajo eso la atención? ¿No usaba esos milagros para establecer autoridad?

(GM): Esos métodos tienen uso en el principio. De hecho, yo no le negaría a nadie el derecho de usar cualquier método que quisiera para atraer la atención. ¿Que viene después del milagro? Y también con Cristo, es la manera en la que el milagro es realizado. Ahora, convertir el agua en vino no es algo único. ¿Se recuerdan cuando el agua estaba amarga en el desierto? Moisés la convirtió de amarga a dulce, y Elías ¿no hizo él algo parecido? Eso no es tan impresionante. Lo que sí es notable es que Jesús estaba asistiendo a una boda, y que Él quería que fuera alegre. Y Él estaba contento, ¿no decimos eso con frecuencia?, que “Él santificó esa boda con su presencia”, porque Él fue el que inventó el matrimonio en primer lugar. Me encanta que su primer milagro haya sido en una boda.

(LV): Usted estará de acuerdo entonces en que Él tuvo una función, en ese entonces, la de atraer la atención.

(GM): Él obtuvo la atención, pero luego ellos tenían que probarlo a Él. Y lo hicieron y lo rechazaron y algunos lo aceptaron.

(LV): Tomemos algunas otras cosas, como la alimentación de los cinco mil, o la alimentación de los cuatro mil un poco más tarde. Y yo creo que eso está registrado en todos los evangelios. Es cierto que eso impactó a los escritores de los Evangelios y al pueblo. Ellos estaban listos, si me acuerdo correctamente, con la alimentación de los cinco mil. ¿Acaso no estaban ellos listos para coronarlo Rey en ese preciso momento?

(GM): Así es. Y eso ilustra superlativamente el punto. Porque Él se daba cuenta que esa gran multitud le seguía por los milagros y ya. Y así nos recordamos de que Él les dijo algo bien serio, queriendo decir: “A menos que en verdad me acepten a mí y mis enseñanzas no serán salvos”. Y todos le abandonaron.

(LV): Es verdad.

(GM): Sí, todo lo que ellos querían era comida gratis y sanidad gratis. Y entonces se volvió a sus doce y les dijo, como algunas traducciones dicen: “¿También ustedes quieren irse? El griego es extraordinario. Hay una forma de preguntar que da la respuesta, sí o no de una vez. Sería maravilloso usarlo para los exámenes aquí en la universidad, cada pregunta tiene la respuesta al principio. Pero de la manera en que está escrito en el griego, Jesús dice: “Ustedes no se quieren ir también, ¿o sí?”

Y ellos le contestaron: “No, ¿a quién más iríamos? Tu tienes palabras de vida eterna”. Ellos no estaban completamente convencidos, había tanto que ellos no comprendían. Pero por lo menos escogieron quedarse. Jesús debió haberse preguntado entonces si valía la pena haber venido. ¿A cuántos de los que le seguían había ganado? Solamente cuando realizaba milagros tenía una multitud, y Él no quería ganar a la multitud por los milagros que realizaba. ¿No dice eso algo?, que cuando Él ganó una multitud por un milagro, Él los hizo que se regresaran porque esa es la razón equivocada para seguirle.

(LV): La resurrección de Lázaro. Cuatro días de muerto. ¿No era esa una evidencia superior de autoridad? ¿No creería usted basado sólo en tal demostración?

(GM): Nosotros lo conocemos como su mayor milagro, ¿no es cierto? Y aún así es significativo el que Elías había resucitado muertos antes. No era algo tan fuera de lo común. Bueno, de todas maneras no era algo único. Yo creo que son las circunstancias en las que lo hace. Por ejemplo, Él había llorado apenas un rato antes, Él lloró. Y ellos dijeron, “Miren cuánto le amaba”. La amabilidad de Jesús es la que decepcionaba a tantos de sus seguidores. Pero entonces Él demostró que podía resucitar a los muertos. Y los teólogos entendían lo que eso implicaba. Por eso es que dice: “que de allí en adelante, planeaban matarlo”. Porque se dieron cuenta que paso a paso, Él estaba demostrando, sin duda alguna, que Él era el infinitamente poderoso pero igualmente amante que cumplía exactamente con la descripción del Antiguo Testamento.

Más que eso, Él tenía la sabiduría para esperar hasta el cuarto día, y ellos debieron haberlo entendido. Y la sabiduría con la que hizo las cosas, Él no estaba demostrando cuán erudito era, claro que no, sino que sabía que ellos habían cuestionado antes la resurrección de la hija de Jairo como un fraude. Así que esta vez esperó hasta el cuarto día, porque algunos de ellos creían que el espíritu rondaba cerca durante tres días en caso de resucitar. Así es que esperó hasta el cuarto día, hasta que la persona más escéptica en su audiencia hubiera admitido que esta vez, Lázaro estaba realmente muerto. Y entonces, cuando dice: “Quiten la piedra”, Él quería escucharlos decir: “No la quiten,” y aquí hay un versículo clave importante, “¡hiede ya!” Porque todos admitirían que estaba muerto en realidad. “Ahora”, dice Él, “ven fuera”.

Ellos no tenían una respuesta para eso. Y cuando se han terminado las pruebas, entonces se escoge la violencia; y trataban de matarlo.

(LV): Entonces, eso no sirvió para convencerlos.

(GM): No, en realidad los volvió en su contra, aún más.

(LV): Selló su muerte, su condenación.

(GM): Sí, pero para algunos de nosotros ese Dios puede estar llorando en este minuto y en el siguiente Él estará resucitando a los muertos, eso me suena muy bien a mi.

(LV): Fue Satanás el que planeó la muerte de Lázaro.

(GM): Es cierto, para eliminar la evidencia. Aquí va Lázaro yendo por todas partes explicando su muerte y su resurrección. No les gustó ese testimonio.

(LV): Usted habló de la acusación de que Dios es arbitrario, duro, severo y así. La pregunta que nos llegó es: “Si usted está hablando acerca de arbitrario, ¿no es algo así como el cuarto mandamiento?; si usted toma los Diez Mandamientos, usted puede entender la mayoría, pero cuando uno llega al cuarto y allí está el séptimo día. Allí está. ¿No es eso arbitrario?

(GM): Bueno, es descrito así con frecuencia y por lo tanto lo hace una hermosa prueba de nuestra obediencia.

(LV): Solamente obedezca porque Dios lo dijo.

(GM): Recuerde nuestra calcomanía en el parachoques de la semana pasada: “Dios lo dice, yo lo creo y punto”. Entonces el sábado no sería de mucha bendición. Y Jesús dijo: “Yo se los dí como un regalo; ustedes no fueron hechos para el sábado”. El único remedio para eso es ir de vuelta al Génesis y leer los sesenta y seis libros. Ese el remedio para cada pregunta en mi libro. Y si usted empieza desde el principio de Génesis encontrará todos los significados para el sábado. El sábado nos recuerda de todo lo que se reveló acerca de Dios durante la semana de la creación, el mensaje de libertad y de cómo compartió su poder creador con nosotros. Y luego fue dado para recordarnos del Éxodo. Nuevamente como un monumento a la libertad. Y llegó otra vez al final de la semana de la crucifixión. El sábado nos recuerda de todas las respuestas que se dieron el viernes de la crucifixión. Y luego Hebreos dice que el sábado es un tipo del descanso que ha de venir. Yo no conozco ningún otro mandamiento que tenga más razones. Por lo que no puedo llamarlo arbitrario. Es el que tiene más significado y el más significativo. Pero eso viene de “un poquito aquí, un poquito allá”, ¿se dan cuenta? Cuando tomamos la Biblia como un todo, Dios nunca nos ha pedido que hagamos nada arbitrario.

(LV): Muy bien. Quizás el cuarto, como usted dijo, parecerá que tiene muchos significados si uno mira el registro completo, todos los sesenta y seis libros, pero ¿qué hay del primer mandamiento: “No tendrás dioses ajenos delante de mi”? Esa no es más que una declaración.

(GM): Sí. Me encanta cuando la gente dice que el cuarto es arbitrario, y ¿qué tal el número uno? “No tendrás dioses ajenos delante de mi, y Yo soy un Dios celoso. No me gusta cuando tienen otros dioses”.

(LV): Es algo así como obstinado, querer ser el único.

(GM): Bueno, una vez más. Si usted toma la Biblia entera y usted está convencido del tipo de persona que Dios es, entonces me agrada que Él diga lo que dice. Si Él no apoyara la libertad y la calidad de vida que Él ha revelado, entonces sería arbitrario de su parte. Pero Dios dice: “Siendo el tipo de Dios que soy, que no deseo sino lo mejor para ti y al valorar nada más alto que tu libertad, no quiero que vayas en pos de Dagón, el dios pez, ni de Moloc. Moloc te va a pedir a tus bebés, que los quemes vivos en sus manos”. “Y también hay cocodrilos y ranas en Egipto. Y Astarté y Baal; no vayas en pos de ellos. De hecho, si vas en pos de algo que es abominable, tú mismo te volverás abominable”.
Dios dice: “En realidad, si me haces tu Dios, entonces serás más y más libre, siempre más inteligente. No te hagas daño a ti mismo”.

(LV): Es una petición, una súplica, nacida del amor. Es un amor que responde.

(GM): Correcto. Pero solo si Él no es arbitrario, solamente si Dios es el tipo de persona que nosotros creemos que es. Él dice: “No pierdas tu libertad, ni ninguna otra cosa buena que tienes yendo en pos de esas deidades degradadas. Quédate conmigo. Yo soy celoso, eso es, soy celoso por tí. No quiero que resultes herido”. A mí me gusta eso.

(LV): Es simplemente como nosotros, que no quisiéramos que nuestros hijos tengan nada que ver con lo que daña.

(GM): ¿No es ese tipo de celos correcto? Yo siempre sentí que mis padres eran celosos de mi reputación. Eso me daba mucha tranquilidad. Mi madre no me delataría por nada. Y así nosotros tenemos un Dios que es celoso por nosotro sus hijos, y eso es maravilloso.

(LV): Me gustaría cambiar de tema un poquito. Alguien preguntó lo siguiente, y puedo notar un poco de frustración en esta pregunta: “Si los eruditos y los teólogos todavía no están de acuerdo acerca de Dios, ¿qué probabilidades tengo yo de entender todo esto?”

(GM): Sí, me gustaría leer los evangelios otra vez. Estos no son tan complicados. Yo creo que los teólogos los han hecho complicados. Me impresiona el hecho de que los pobres escuchaban a Jesús de buena gana. Yo pienso que nosotros somos los que hemos hecho que la Biblia parezca difícil.

(LV): No es que la evidencia, si la examinamos por nosotros mismos, sea tan difícil.

(GM): Así es.

(LV): Durante las últimas semanas he recibido cartas de una persona que ha hablado acerca de la impresión del Espíritu Santo. Esta persona hasta mencionó que fue despertado durante la noche y que fue al baño y encendió la luz. Y él describe cómo el Espíritu cayó sobre él y que escribió y escribió. Ahora, esto me lleva a la pregunta que alguien nos envió: “Si yo oro por el Espíritu Santo para que me guie y entonces tengo esa profunda convicción”, y esa persona habló de la gran convicción de que el Espíritu ha venido, “¿no es eso suficiente?”

(GM): Parecería serlo. Afortunadamente la Biblia nos advierte de eso y establece algo de protección. Ese cálido sentimiento de convicción interior puede provenir de prejuicios, puede provenir de indigestión, puede provenir de todo tipo de cosas. Por lo tanto la Biblia nos advierte de que si parece ser que el Espíritu nos está dirigiendo en cierta dirección, Él no nos conducirá en dirección opuesta a lo que Él ya ha inspirado. Así que siempre debemos juzgar la obra del Espíritu Santo a través de las Escrituras que Él mismo inspiró.

(LV): ¿Pero que importancia tiene el tipo de persona que yo creo que Dios es? Esa sí que es una pregunta diferente, pero está relacionada. Siempre y cuando yo me someta a su autoridad. Si solamente digo: “Dios lo dijo, yo lo creo y punto”.

(GM): Bien, pienso en dos ilustraciones que me vienen rápidamente a la mente, puesto que ya hablamos de Saulo. La concepción que Saulo tenía de Dios le movía a conducir su evangelismo de la manera en que lo hacía antes del camino a Damasco. En el nombre de Dios aprisionaba a las personas y hacía que las apedrearan a muerte.

Cuando, camino a Damasco, tuvo la imagen correcta de Dios de una manera tan impresionante, y a propósito eso sugiere que no tiene que tomarnos toda la vida, pienso que Saulo pasó del pie del Monte Sinaí a la entrada de la cueva en unos pocos minutos. Si que maduró apresuradamente allí. Pablo cambió su imagen de Dios, y eso cambió totalmente su método de evangelismo.

(LV): ¿Está usted diciendo que la forma en la que pensamos que Dios es, lo afecta todo?

(GM): Todo. La forma en la que adoramos, la manera en la que testificamos a otros, la manera en la que nos comportamos.

(LV): Alguien escribió lo siguiente: “Nuestro Gran Danés es gentil, fiel, paciente, confiable, de amable disposición”. Eso nos ha sido verdaderamente demostrado, más que cualquier sermón que haya escuchado, o que cualquier demostración humana hayamos visto. Este tipo maravilloso de calidad de carácter, ¿nos dice algo acerca de nuestra ausencia de logros de este tipo en el elemento humano? Usted tiene un Gran Danés.

(GM): Ah, me encanta eso. Tenemos ahora nuestro tercer Gran Danés. Pienso que podemos aprender mucho de la naturaleza: “Mira a la hormiga oh perezoso,” y otras más. Hasta la postura del Gran Danés, ¡magnífica! Nosotros nos sentamos desgarbadamente. Hay muchas maneras en las que los animales son ejemplo para nosotros. Pero en fidelidad, piense en que un perro de estos, que pesa más que nosotros, que tiene esa enorme fuerza y que no es un riesgo tenerlo por toda la casa todo el tiempo.

Sin embargo, yo no quisiera ser sólo un perro. Me encanta el que los perros puedan hacer todas esas maravillosas cosas. Pero nuestra perra, nuestra Gran Danés por ejemplo, tiene bien clara su relación con mi esposa, pero yo pienso que ella todavía piensa ¡que yo soy solo otro perro! He tratado de explicarle eso, pero como solo es un perro, es más difícil. Yo pienso que es maravilloso que meras criaturas puedan mostrar esas maravillosas cualidades y pienso que eso habla muy bien de Dios.

(LV): Graham, vamos a tener que posponer dos o tres de estas preguntas para la siguiente vez. Me gustaría volver a una que ya tocamos antes, la pregunta: ¿Por qué tenía que morir Jesús? ¿No era suficiente la misericordia de Dios? ¿Es de eso de lo que vamos a hablar en la número ocho?

(GM): Ese es en realidad el clímax de todo. Todo apunta hacia la cruz. Y afortunadamente, todos los cristianos estamos de acuerdo en eso. Podríamos tener diferentes opiniones teológicas, pero casi todos los cristianos están de acuerdo en que tenemos que ir al pie de la cruz. Tenemos que observar la forma en la que Jesús murió. Tenemos que escuchar su ruego y preguntarnos: “¿Es la muerte el resultado del pecado, o es tortura y ejecución en las manos de nuestro amoroso Dios?”

LV: Así que la número ocho es una de las que no nos debemos perder.

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